1+1=1
Hoy empezaré hablando de fútbol. ¿Qué sé yo de fútbol? Lo suficiente para saber que es un deporte mundial y que la gente local de Israel no sería una excepción. En nuestro tour de Israel, fue súper chistoso cómo mi esposo Roberto iba haciendo amigos por todas partes a donde íbamos. El gancho fueron las camisetas de fútbol que se ponía: La del Barça, la del Madrid, la de Italia…
La gente empezaba conversaciones con él porque lo veían con la camiseta puesta.
Un ejemplo fue el cocinero principal del primer hotel donde estuvimos. Nada más ver la camiseta del Barça se puso a hablar con Roberto como si se conocieran de toda la vida. No hace falta decir que eso nos dio favoritismo con el cocinero. La comida en todo el viaje fue extraordinariamente rica, variada y abundante. Yo no soy de mucho comer, pero la disfruté un montón.
Una noche, en la sección de los postres, quedaban todos menos mi favorito, el de chocolate. Roberto preguntó a su amigo el cocinero que si podía echar un vistazo en la cocina y ver si quedaba algún trozo de pastel de chocolate por ahí. El cocinero, con una gran sonrisa, contestó que ya regresaba. Al salir de la cocina, se dirigió a nuestra mesa ¡con un pastel de chocolate ENTERO! Estaban preparando la comida para el día siguiente, pero nos lo trajo. Recuerdo que toda la gente alrededor empezó a decir: “¿Y nosotros qué?” A lo cual el cocinero contestó: “Sólo para mi amigo.”
Paseando por las calles de Jerusalén, la gente local al ver la camiseta chillaba: “Barça”, “Madrid.” ¡Nos reímos un montón con eso!
Sin embargo habría otros momentos, y ya no relacionados con el fútbol, pero con la historia de la nación, que captarían toda mi atención.
Uno de esos momentos fue visitando el museo “Yad Vashem” dedicado a recordar el Holocausto. El museo no estaba solamente lleno de turistas, pero también de grupos locales de soldados, policías y estudiantes. Estaban haciendo el tour del museo como parte de su deber de ser israelitas, como parte de no olvidar su historia y de cumplir su destino.

Uno no puede ignorar esa parte de la historia, donde desde 1933 a 1945, unos 6 millones de judíos fueron asesinados. Uno tampoco puede ignorar la realidad de que sólo 3 años después, en 1948, el Estado de Israel volvería a nacer. ¿Qué otraraza humana a través de su historia ha estado sin su propia tierra como es el caso de Israel? ¿Qué otra raza humana ha recibido una promesa directa de Dios?
“A ti y a tu descendencia les daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y yo seré su Dios.” Génesis 17:8 (NVI)
¿A qué otra raza humana Dios le dijo?: “Y este es el pacto que establezco contigo y con tu descendencia, y que todos deberán cumplir: Todos los varones deberán ser circuncidados.” Génesis 17:10 (NVI)

- En frente de mí tenía una realidad; la realidad de que la tierra de Israel de la Biblia es la tierra del Estado de Israel de hoy. Cuando uno habla de ir a Israel, uno suele hacer referencia a caminar por donde Jesús caminó, a visitar esos lugares donde hizo milagros, donde entregó su vida, y ver la tumba vacía. Pero no necesariamente se hace conexión con el pacto que Dios hizo con los Israelitas miles de años atrás. Tampoco se suele hacer conexión con las profecías escritas en la Biblia, de las cuales muchas ya se han cumplido y otras están por cumplirse. ¿En qué mundo había estado viviendo que nunca había considerado esta realidad?
- Durante todo el tour, se hicieron grandes referencias al Antiguo Testamento. De camino a los lugares que íbamos a visitar, el guía siempre nos hacía preguntas en el autocar. Muchas veces nadie conocía las respuestas. En una ocasión hasta dijo medio enfadado: “¿Pero ustedes leen la Biblia?”
- Para lo que a mí era aburrido, páginas y páginas de nombres que no podía ni pronunciar, de genealogías, de reyes de Israel, de batallas y luchas, de conceptos que no entendía y que había escogido ignorar…Esas páginas eran y son historia para la nación de Israel y descubrimientos arqueológicos recientes siguen revelando la veracidad de esas páginas.
- Mientras que en las escuelas de Estados Unidos, los niños aprenden los nombres de los 45 presidentes, en Israel aprenden los nombres de todos los reyes nombrados en las Escrituras.
- Mientras uno tiende a pensar en el árbol genealógico de una familia en específico, la Israel actual todavía se identifica dentro de 1 de las 12 tribus de Israel que leemos en el Antiguo Testamento.

Netanel Nickalls / www.righteousfoundations.com
Mi ignorancia volvió a incomodarme. Sin embargo el tema empezaba a tener sentido. Si quiero aprender matemáticas, acudo a un libro de matemáticas. Si quiero aprender a cocinar, recurro a un libro de cocina. Pues si quiero entender las cosas que Jesús decía y hacía, debo ir a las páginas que contienen la evidencia de cómo empezó todo: Las páginas de las Escrituras Hebreas, el Antiguo Testamento. Debo entender la cultura judía. Jesús no era ni español ni americano ni chino. Jesús nació y creció como judío. Las parábolas que usó eran dentro de un contexto judío.
[su_quote cite=»Y así fue cómo empezó mi recorrido de 1+1=1″][/su_quote]
El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento son un solo libro. Ambos se completan. Ambos dependen del otro porque están conectados.
Y qué mejor ejemplo para explicar esa conexión que la celebración de la Pascua. Conectemos el Antiguo y el Nuevo Testamento, para poder entender mejor el significado de lo que Jesús hizo por nosotros y por qué se le llama el Cordero de Dios.
La mayoría de nosotros sabe del momento cuando Jesús cenó con sus discípulos antes de ser arrestado porque fue la noche que se identifica con la comunión, cuando El dio el pan y el vino a sus discípulos. Desafortunadamente, uno pasa por alto que Jesús estaba celebrando la fiesta de la Pascua, una de las 3 fiestas donde Dios dijo al pueblo judío que subiera a Jerusalén.
A ver, a ver, un momento: Hoy estamos celebrando la Pascua, evento que tiene que ver con la muerte y resurrección de Jesús, ¿cómo es que Jesús estaba celebrando la Pascua, si El todavía no había ido a la cruz? ¿Qué Pascua estaba Jesús celebrando?
Tenemos que ir a las páginas del Antiguo Testamento para verlo. Se trataba de la Pascua de Dios, una fiesta en honor a El. Seguro que conoces el contexto de la escena. Se trata del tiempo de Moisés en el libro de Exodo. Dios envía a Moisés al Faraón porque quiere liberar a Su pueblo. Lleva más de 400 años en esclavitud. Dios había hecho a Abraham la promesa de entregarle a él y a su descendencia la Tierra Prometida, Israel. Eso significaba que los Israelitas no podían seguir en esclavitud y no podían seguir viviendo en Egipto. Ya sabes los eventos que tienen lugar. El Faraón no está interesado en que los Israelitas se vayan. Necesita su mano de obra para mantener su poder. Dios envía 9 plagas y el Faraón sigue igual de terco que al principio. Dios está a punto de cerrar el caso enviando una última plaga, distinta a las demás y que requiere instrucciones muy, pero que muy específicas, que el pueblo de Israel debe seguir al pie de la letra. Es lo único que los librará de la última plaga: La muerte de los primogénitos para ejecutar sentencia en contra de todos los dioses de Egipto. ¿Cuáles son las instrucciones?
-Tomar un cordero por cada familia y sacrificarlo
-El cordero tiene que ser sin defecto
-Tomar un poco de sangre y untarla en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa donde coman el cordero, para señalarla de manera de que al ver la sangre, Dios pase de largo y la plaga destructora no toque al pueblo de Israel.

www.biblehistory.com
-Comer la carne esa misma noche, asada al fuego, sin romperle ni un hueso, acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura. No dejar nada. Comer deprisa.
-No salir de su casa hasta la mañana siguiente.
Leemos en Exodo 12 que Moisés dijo al pueblo:
“24 Obedezcan estas instrucciones. Será un estatuto perpetuo para ustedes y para sus hijos. 25 Cuando entren en la tierra que el Señor ha prometido darles, seguirán celebrando esta ceremonia. 26 Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa esta ceremonia?”, 27 les responderán: “Este sacrificio es la Pascua del Señor, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero a nuestras familias les salvó la vida”.
Miles de años después vemos en el Nuevo Testamento que Jesús no solamente está siguiendo las instrucciones de celebrar la Pascua de Dios, pero al mismo tiempo provee una nueva instrucción. En Lucas 22 leemos:
7 Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua,
8 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles:
Vayan a hacer los preparativos para que comamos la Pascua.
9 ¿Dónde quieres que la preparemos? le preguntaron.
10 Miren, contestó El. Al entrar en la ciudad les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa en que entre,
11 y díganle al dueño de la casa: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la sala en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”
12 Él les mostrará en la planta alta una sala amplia y amueblada. Preparen allí la cena.
13 Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua.
14 Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa.
15 Entonces les dijo: He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer,
16 pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios.
19 También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo:
Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
20 De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.”
«En estas palabras de Jesús entendemos que ahora El se convierte en ese cordero cuya sangre es derramada para traer salvación y con la cual inicia un nuevo pacto. Durante siglos, el sumo sacerdote de Israel debía entrar cada año en el templo y ofrecer el sacrificio de corderos para que los pecados del pueblo fueran CUBIERTOS con esa sangre. En este nuevo pacto, Jesús entregó Su sangre una vez y para siempre, proveyendo de esa manera el PERDON de nuestros pecados. En el Antiguo Testamento, la sangre de los corderos cubrían los pecados. En el Nuevo Testamento, la sangre de Jesús limpia los pecados.»
Las Escrituras dicen que Jesús…
–No tenía pecado, por lo tanto, fue un Cordero sin mancha ni defecto (al igual que el cordero por familia que tuvo que ser sacrificado en Egipto).
-Estando en la cruz y ya habiendo encomendado su Espíritu a Dios, los Romanos NO aplicaron a Jesús la costumbre de romper los huesos de las piernas de la persona, porque vieron que ya estaba muerto (al igual que en Egipto Dios dijo que no rompieran ni un hueso del cordero).
-El sacrificio de Jesús está disponible para la humanidad entera pero tiene que ser recibido por el individuo. Así como en Egipto, el pueblo de Israel tuvo que untar la puerta de sus casas con la sangre del cordero, así hoy cada persona necesita escoger aceptar el sacrificio de sangre hecho por Jesús.
«Y esto es un ejemplo de la conexión entre los dos Testamentos que nos permite entender con mayor claridad el sacrificio de Jesús en la cruz, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo y que salva.»
Cuánto más sentido tiene esto hoy, a la luz de lo que el mundo está pasando, donde una plaga está causando que la gente no salga de sus casas.
La sangre de Jesús tiene poder para salvar y está disponible para todo aquel que crea en El. Jesús no solamente derramó Su sangre por nosotros, sino que también resucitó. El está vivo. Y nos dijo que conmemoráramos Su sacrificio uniéndonos con El, haciendo comunión con El, tomando el pan, Su cuerpo y tomando el vino, Su sangre.

¡La tumba está vacía!
Si tú crees en lo que las Escrituras nos dicen, aunque todavía no entiendas muchas cosas, si sientes abrir tu corazón a Jesús y permitirle que limpie tus pecados, si crees que El murió por ti y que resucitó para darte vida eterna, entonces te animo a que hagas comunión ahí mismo en tu casa con un trocito de pan o una galletita y un poco de zumo o incluso agua; son simplemente elementos simbólicos. Jesús no hizo la comunión en la sinagoga o en medio de una congregación. La hizo en la intimidad de la sala de una casa y con sus discípulos. Y dio la instrucción de que lo hiciéramos para que recordáramos Su sacrificio.
Que esta Pascua marque el principio de una relación con Jesús para ti y para los tuyos. ¡Shalom!